En dos domingos comenzará el otoño, tendremos el día del equinoccio y las horas de luz y noche serán ese día las mismas. Los habitantes del río Martín de la prehistoria, tras ser cazadores y recolectores fueron aprendiendo a domesticar plantas, a sembrar y esperar la cosecha de lo sembrado, necesitaron defender la cosecha. Necesitaron tener un control más preciso del calendario y del cambio de las estaciones para sembrar a tiempo. Y los habitantes prehistóricos de Oliete aprendieron de los cielos y escribieron en piedra lo que podían conservar en papel.
Quien lo desee, dentro de dos domingos, antes de salir el sol por encima de las montañas de Oliete podrá esperar a ver el fenómeno astronómico y natural de ver en acción el calendario solar, a los pies del frontón de la tía Chula, muy cerca del casco urbano, hacia el estrecho que va al embalse de Oliete. El amanecer tendrá lugar tarde, a las 7:49 o algo más sobre las montañas.
Entre las pinturas rupestres conservadas en el río Martín hay muchas escenas de caza, pero hay una muy especial con “un pequeño hombrecillo cornudo y esquemático (figura 7 del calco) asociado a dos grandes manchas" que en su día identificamos como “dos manchas o confusos signos de apariencia circular, esteliformes o en forma de astro...”
Pinturas rupestres de un chamán, en Oliete (Teruel)
Pero también había unas líneas, similares en su disposición a unos agujeros oradados en una peña colindante. Lo interpretaron mejor, había una divinidad o un chamán relacionado con esas oquedades esas hornacinas”.
Desde 2005 todas aquellas suposiciones provisionales se verán reunidas y cobrarán un sentido muy práctico, “cuando Miguel Giribets comunicó al Parque Cultural del Río Martín que al amanecer y por las oquedades rocosas u hornacinas descritas, en el peñasco cercano a las pinturas rupestres, los rayos del Sol penetraban en los equinoccios (en marzo y en septiembre), proyectando a su vez en la planicie circundante la sombra de las rocas con la forma cuadrangular iluminada de la abertura u hornacina”. Y así cobró todo el sentido la representación pictórica conservada, reflejo de la utilidad real, un lugar que marcaba el comienzo de las estaciones a nuestros antepasados de hace unos 4.000 o 4.500 años.
Agujero horadado para hacer de calendario solar prehistórico, en Oliete (Teruel)
En una caminata de quince minutos desde Oliete podemos llegar al frontón rocoso en el barranco de la Tía Chula. La ruta es circular y se puede volver por las choperas del río. Desde el mirador natural hay vistas imponentes, junto a uno de los importantes pasos de la humanidad prehistórica, un santuario solar, donde, parafraseando a Gómez de la Serna, el Sol del alba se enhebra cada equinoccio en el ojo de la montaña, y quedaba cosida la nueva estación al calendario agrícola.
Anímate a realizar esta bonita excursión durante o alrededor de uno de los equinoccios.
¡El próximo tiene lugar el 22 de septiembre!
Y el siguiente no tendrá lugar hasta el 20 de marzo de 2026 que tendrá lugar el “equinoccio de primavera” (en el hemisferio norte).
Bibliografía
- Todos los detalles en Royo Lasarte, José y Royo Guillén, José Ignacio. Arte rupestre en Oliete (Teruel, España): los paneles pintados del Frontón de la Tía Chula y del abrigo del Barranco de San Pedro, en el Parque Cultural del Río Martín. Revista Cuadernos de arte Prehistórico. Núm. 6. Julio-diciembre 2018, ISSN 0719‑7012, pp. 113-138.
- "El frontón de la tía Chula en Oliete. ¿Santuario Solar?" Revista "Cauce" Nº 22 (abril 2006), Boletín Informativo y Cultural del Parque Cultural del Río Martín, (págs. 27 a 31)
- Los esquemas y la foto de las pinturas publicadas en: A. Beltrán Martínez y J. Royo Lasarte, Corpus de Arte Rupestre del Parque Cultural del Río Martín. (Zaragoza: Asociación Parque Cultural del Río Martín, 2005).
- Gaceta de Blesa nº 264 con todos los detalles, septiembre de 2020.