Llegan novedades en aperos agrícolas. El arado con vertedera (1906)

Indice
  • Sembrando ideas y novedades
  • Las caballerías de la época
  • La era del tractor... El porvenir estaba aún muy lejos.
  • Las reticencias de los herreros... no era el primero
  • Bibliografía
  • Para saber más
  • Notas

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Diario de Avisos de Zaragoza

Diario de avisos de Zaragoza

Sembrando ideas y novedades

Raramente encontramos en los documentos o artículos datos precisos de la historia de la agricultura a nivel local, y a veces da lugar a sorpresas. Por ejemplo, hay plantas que se supone que se introdujeron hace siglos en España o Europa (la patata), pero conservamos indicios de que la patata llegó al pueblo turolense de Blesa (equidistante solo unos 100 kilómetros de las capitales de Zaragoza y Teruel) a comienzos del siglo XIX.(1)

Hay mejoras en aperos agrícolas, como en este caso el arado con vertedera, que se sabe que se comenzó a usar en Europa en el medievo, pero que a la vista está que no se extendió por todos los lugares, dado que su labor más profunda, no es adecuada, al parecer, para todas las combinaciones de animales de tiro y dureza de las tierras.

La crónica que puede leer a continuación, sobre la introducción de una mejora en los arados en Blesa fue escrita por General Forniés Calvo un hacendado blesino, abogado, intelectual y regionalista, que participó de diversos proyectos y cargos con lo más granado en la sociedad zaragozana de su época. Las impresiones sociológicas y detalles de las personalidades con que se hubo de enfrentar en Blesa a la hora de introducir el arado con vertedera en sus tierras, aunque subjetivas, son deliciosas, hasta graciosas.

Diario agrícola.

Consejos y prácticas culturales. Ganadería. Estado de Campos y cosechas. Procedimientos culturales

Saben perfectamente nuestros labradores que al arar a surco profundo las tierras, tiene un sinnúmero de ventajas. De esta verdad están convencidísimos pero la generalidad no lo practica; unos porque no pueden, y en los que pueden hacerlo hay muchos que no lo hacen porque prefieren arar mucha superficie con poca profundidad, en lugar de arar poca extensión, con surco hondo.

Este error, muy difundido en nuestros labradores, reconoce por causas: el precio escandaloso del ganado de labor, que no lo pueden adquirir de alzada y fuerza por lo caro; la animadversión que sienten por los nuevos arados, que necesitan mayor fuerza de arrastre que los antiguos; y el desconocimiento por parte de nuestros labradores, de los procesos químicos que los agentes naturales (calor, humedad) combinados ciertos adminículos, verifican en la tierra, siempre que se la ayude con labores profundas, dadas oportunamente.

El antiguo refrán Lo que a la tierra le falte de oveja, dáselo de reja ha tenido por la química moderna, la más hermosa confirmación.

Pero siempre que de cultivos se trate hemos de tropezar con el obstáculo de siempre; la pobreza del agricultor.

Las labores profundas necesitan ganado de mucha fuerza y resistencia, arados de mayor peso y complicación; por lo tanto, el labrador que haya de cultivar racionalmente necesita aumentar su menguado presupuesto.

Medio económico de hacerlo sin grandes dispendios, uno, nada más; optar por el buey que es el animal más barato de coste, que es el más barato de mantener, y el animal de mayor fuerza y energía para remover grandes masas de tierra.

Además de aquellas ventajas tiene la inmensa del aprovechamiento de sus carne y cuero. Esta ventaja no la tiene el mulo ni el asno.

Yo comprendo perfectamente que no se den labores profundas a las tierras, porque hay que ver por esos campos, el ganado que se emplea. En mi provincia (Teruel) ha aparecido pocos años ha, una nueva clase de ganado mular, importada no sé si de Galicia o de las montañas de Santander; que constituye una verdadera plaga para la agricultura.

Son unas muletas que las de mayor alzada y desarrollo no llegan jamás a los siete palmos, encanijadas, sin hueso, feas, sin fuerzas aún para arrastrar unos arados raquíticos, del tiempo de Augusto; y por esos esperreques, que menguan en vez de crecer, y que no aprovechan para nada, se llevan los tratantes nueve y diez onzas. Poco menos de lo que costaría una buena yunta de bueyes.

El arado romano es otro de los enemigos de las labores profundas, y detrás del arado romano, hay en muchos pueblos y aldeas un enemigo más formidable, cuyo es el herrero; una institución en los pueblos pequeños, en vísperas de desaparecer por lo innecesaria que la van haciendo los talleres mecánicos, las fundiciones, pero que se defiende, y resistirá parapetado en la ignorancia tradicional de los agricultores.

Soy testigo de calidad en esta lucha de la vertedera y el arado romano.

Hace tres años me atreví a llevar a mi pueblo dos vertederas, con el laudable fin de introducir su uso en el país de la tradición. Las puse a disposición gratis y pro Deo de los medieros que llevan mi tierra en aparcería y hube de echar mano de mi autoridad y hasta de mis puños si quise que se ensayaran, costándome un sinnúmero de disgustos y dinero el empleo de las vertederas y menos mal que he conseguido en cuatro años que en mi pueblo se hayan adquirido tres más, total cinco, y la esperanza de que en este mismo se empleen cinco o seis más gracias a mis exhortaciones y conferencias culturales, dadas al amor de la lumbre en la cocina de mi hogar.

Y así he conseguido este triunfo, gastando dinero, agasajando con sendos vasos de vino y confortable fogata a los que me hacían la caridad de oír mis pláticas agrícolas.

Y así he logrado, a fuerza de paciencia y de dinero y de molestias sin cuento, que en mi pueblo se vaya entrando, en dosis homeopáticas, que se irán agrandando, poco, a poco; el progreso en las faenas del campo. Por poco hay que comenzar para llegar a lo mayor.

Y si en cada pueblo hubiera uno que dispusiera de mi pacientísima cachaza, a prueba de todas las sandeces que he tenido que tragar, aun sin saliva, no aseguro que se araría hondo en los campos y se pensaría alto en el campo y en la ciudad.

General Forniés [Calvo]

Primero, exponemos la definición de algunos términos que pudieran necesitar explicación este siglo:

  • cachaza : coloquialmente parsimonia, sosiego.
  • esperreque : Arguellado y mal vestido. Mal sano y regañón. Cosa despreciable.
  • onza : Una onza es lo que pesaba el tradicional peso duro de plata (moneda de 8 reales, todo un icono internacional en el mundo moderno en cuestión de monedas) que dio nombre al duro de 5 pesetas. La onza castellana equivalía a 28.7558 gramos y la libra eran 12 onzas. Estas equivalencias tenían variantes a lo largo del mundo: en el mundo anglosajón que las libras pasaron a tener 16 onzas; la libra de Zaragoza era de 350 gramos y la onza 29,17 gramos, en 1884.
  • pro Deo : Latín, literalmente ‘para Dios’. En este contexto "Gratuitamente, por amor a Dios." y dado que Forniés es abogado "pro Deo" designa el trabajo jurídico realizado gratuitamente.

En los apartados siguientes vamos a ver si otros autores corroboran las afirmaciones de Forniés en 1906 y la característica de las tierras de labor donde trataba de hacer proselitismo de innovaciones técnicas en los arados.

Arado sin vertedera, miniatura realizada por miniaturista de Segovia
Arado sin vertedera, miniatura. Perspectiva desde arriba.

Arado con vertedera montado en tractor
Par de arados con vertedera, en un tractor Ebro (pueblo de Huesca). Foto del autor.

Las caballerías de la época

Es super interesante lo que escribió Forniés de algunas de caballerías que veía en Blesa, que no eran fuertes mulos, sino baratas mulillas que no hacían buen trabajo. Les otorga unos 7 palmos de alzada máxima, 1,40 metros. Y es que ahí está un poco la raíz del problema para utilizar un arado de vertedera. Se necesita más fuerza motriz, el arado se hundirá más que el tradicional, y en 1906 aún no estamos en la era del tractor.

Sobre dichas caballerías no puedo aportar nada, pero sí podemos ampliar el otro factor de peso para no arar bien: "el precio escandaloso del ganado de labor" y la pobreza de los productores. Pero si a esas alturas de reconoce como caro el animal de labor para el agricultor, peor será ocho años más tarde. El mismo Forniés escribirá sobre lo mucho que se encarecieron durante la Primera Guerra Mundial. Para 1915 había compradores acaparadores adquiriendo a altos precios miles de mulas en Aragón para el mercado de la guerra europea; pero, con el dinero que le pagaban a un agricultor por su mula, no podría volver a comprar una caballería dada la coyuntura.(2)

Sobre los bueyes como animales de tiro hay noción desde la antigüedad. Catón en su tratado de agricultura dedicó varios epígrafes a este animal, su alimentación, el cuidado de su salud cuando está sano y cuando no.(3)

La opinión expresada por Forniés a favor de los bueyes, no es descabellada, ni siquiera nueva. El autor de "Honra y Provecho de la Agricultura", fray Benito Feijóo (1701-1764) publicado en 1739, expresaba lo siguiente respecto a las ventajas e inconvenientes de la labranza con bueyes o mulas. «Entre "Las prácticas erradas en la Agricultura..." "la de arar con mulas" está en España muy extendida "y es perniciosísima" "...el uso de estas bestias en Agricultura se debe condenar por tres razones" "La primera por ser incomparablemente más costoso que el de bueyes. La segunda, que con el uso de mulas no se labra tan bien la tierra, ni rinde, como con el de bueyes. La tercera, que este género de ganado carece de muchas utilidades que nos reditúa el vacuno". "El exceso en el costo del sustente de las mulas es enormísimo" "... y aún más entrando en cuenta el gasto de herraduras" "la mula es una animal mucho más enfermizo que el buey" y cuando le faltan las fuerzas "sólo sirven para alimento de cuervos y buitres". "Un par de bueyes arrastran el arado aunque profundice media vara". "Un par de mulas no lo arrastrará ni aún profundizando un tercio de vara".»(4)

Arando con bueyes en Galicia, con la sembradora detrás (siglo XX)
Arando con bueyes en Galicia, con la sembradora detrás (siglo XX).
Recreación en el documental sobre "El viaje de Ruth" sobre la labor de Ruth Matilda Anderson entre 1924 y 1926 en Galicia.

Arando con bueyes en el Egipto antiguo, con la sembradora detrás (faraones de la XIX Dinastía: Seti I y Ramsés II, alrededor del 1279 a. C)Arando con bueyes en el Egipto antiguo, con la sembradora detrás, alrededor del antes de Cristo.
Tumba de Sennedjem en Tebas.

La era del tractor... El porvenir estaba aún muy lejos.

Cuando esto se escribía, lo que se dice existir tractores ya existen, pero en la práctica justo los están inventando y perfeccionando en aquellos años (entre 1903 y 1917 aproximadamente).(5) El primer tractor producido en masa será el de Ford, el Fordson que se presentó en 1917.

Por lo que me contaron, el primer tractor de Blesa llegó ya a finales de la década de los 50 (casi medio siglo después de su invención). El primero fue de propiedad colectiva, de una sociedad de agricultores, entre 15 o 16. Esta máquina, a la que se exigió más de lo que podía rendir: "Lo utilizaban tanto que lo quemaron." me contaban los mayores que vivieron esa época de sustitución de las caballerías. Es una historia por escribir.

Como hemos mencionado, la calidad del suelo también influye en los aperos y técnicas que idóneamente se pueden usar. Así describían las tierras de los montes y vales de Blesa, que no son del suelo más propicio, allá en , y también de las únicas dos máquinas:(6)

Las tierras laborables son de naturaleza arcillosa y pedregosa, poco profundas y de subsuelo rocoso. Están muy repartidas entre los vecinos, y cada uno de éstos tiene, por lo general, varias fincas pequeñas esparcidas por todo el término. Todos son propietarios, y algunos de ellos cultivan, además, en aparcería, tierras de otros propietarios ausentes.[...] El secano ocupa una extensión de 3.195 Ha. La extensión de estas fincas oscila entre 0,50 a 2 Ha., y en todas se cultivan exclusivamente cereales, con el siguiente rendimiento por Ha.: Trigo, 8 Qm.; centeno, 9; cebada, 10, y avena, 9.
Se emplea el sistema de barbecho, dejando descansar la tierra un año. Generalmente se dan a la tierra tres rejas: mover, binar y envolver; utilizando para ello caballerías, que arrastran arados romano y de vertedera; hay un tractor y una trilladora.
Se dedican a viñedo 100 Ha.; el vino obtenido, 25.000 DL se vende en Zaragoza. Las márgenes del río están pobladas de choperas, y en la huerta hay algunos frutales, cuyo producto se consume por sus dueños. El resto del término, improductivo, se utiliza como pastizal para el ganado lanar y cabrío, y pertenece al Ayuntamiento y a la Sociedad de Montes, quienes arriendan los pastos a los ganaderos. A todos estos cultivos hay que añadir el del azafrán, en muy pequeña escala.

Las reticencias de los herreros... no era el primero

Es también interesante pararse sobre lo que cuenta Forniés de las reticencias de herreros y agricultores a adoptar el nuevo arado. ¿Se trataría de una percepción de este hacendado, ya casi más ligado a la ciudad que al campo, el cual nunca trabajó?

Pues no era su experiencia una excepción. Leamos si no estos párrafos de un especialista que en escribía lo siguiente cuando intentaba implantar nuevos arados en otras partes de España:(7)

Varios amigos nuestros que nos han hecho el honor de ensayar nuestro arado, entre ellos D. Manuel Casamayor, vecino de Vélez-Málaga, D. Juan Ignacio Parada, D. Mariano Serrano y Burillo, apoderado del Excmo. Sr. conde de Sástago, D. Francisco Villalobos y otros, si bien han podido con su celo é inteligencia vencer la repugnancia de la clase trabajadora, no han sido tan afortunados que hayan encontrado suficiencia en los herreros de los puntos que habitan para poder construir las rejas solamente: el primero y otros han tenido que recurrir a esta corte para proveerse de ellas, ocasionando esta dificultad gastos y dilaciones que, si bien están compensados por los resultados que se obtienen, dificultan las operaciones y concluyen por cansar a veces al genio mas perseverante. [...]

Estos arados fig. 22, lámina 1ª, á los cuales debe la agricultura inglesa, francesa y belga la perfección de su cultivo, no son desconocidos á nuestros compatriotas, ni puede decirse que no se haya tratado de mejorar los que existen en España ; varios son los que se han ensayado en diferentes épocas y últimamente en Madrid en el año , y mas ó menos perfectos se advierte que nuestros labradores no los admiten generalmente, sin embargo que muchos convienen en la necesidad de mejorar los antiguos, los cuales si bien son fáciles de dirigir y baratos, la labor que con ellos puede hacerse es imperfecta, y solo á fuerza de repetidas labores y auxiliados del azadón para estirpar las malas yerbas, puede conseguirse el tener los terrenos limpios y en disposición de derramar las semillas con la seguridad de que produzcan lo bastante para soporta/los anticipos que se hacen.

Arado con vertedera, 1851, lámina 1ª figura 22 del Manual práctico de la construcción de los instrumentos y máquinas aratorias, carros, prensas, y cuanto concierne a la agricultura en general
Ilustración del arado con vertedera, en , de la lámina 1ª figura 22 a la que aludía el texto de José de Hidalgo Tablada en su "Manual práctico... de las máquinas aratorias"

Pero ese tratado no solo es de quejas, es de técnicas y novedades, de variantes de arados y vertederas, de sus pros y contras, muy completo. Y las láminas técnicas añorables. No se juzgue aquí al señor José de Hidalgo por lo poco que he extractado yo. Terminamos aquí este artículo, hasta que algún profesional del campo pueda mejor matizar cuánto se dice, o ampliar lo que de interés o de experiencias compartidas se pueda, con respecto a lo que se escribió en 1906.

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Agradecimientos

Mi más sincero agradecimiento al Ayuntamiento de Zaragoza y al personal de la Hemeroteca de Zaragoza por las atenciones prestadas en las últimas décadas en su sede del palacio de Montemuzo. Y ahora por la digitalización de sus fondos y su puesta a disposición de los investigadores en Internet.
Y también al Centro de Investigación y Tecnología Agraria de Aragón (CITA) y su biblioteca, que ha digitalizado parte de su fondo antiguo también y podemos consultar con comodidad.

Bibliografía

Para saber más

Vocabulario de labranza

amelga
Faja de terreno que el labrador señala en un haza para esparcir la simiente con igualdad y proporción.
arado (plough)
Instrumento de agricultura que, movido por fuerza animal o mecánica, sirve para labrar la tierra abriendo surcos en ella.
besana
Labor de surcos paralelos que se hace con el arado. 2. Primer surco que se abre en la tierra cuando se empieza a arar.
gleba
Terrón que se levanta con el arado.
reja
1. Instrumento de hierro, que es parte del arado y sirve para romper y revolver la tierra. 2. Labor o vuelta que se da a la tierra con el arado.
vertedera (mouldboard/moldboard)
Especie de orejera que sirve para voltear y extender la tierra levantada por el arado.

Notas

↑ 1.-La expansión de cultivos de Blesa en el XVIII y XIX, parte II, según testimonio del polígrafo Miguel Artigas Ferrando durante un homenaje que le hicieron en su localidad natal.

↑ 2.- Reproducimos el texto de la revista ESPAÑA () relativo al alza de precios causado por los especuladores y la exportación de caballerías a Francia en "La gran sequía del otoño e invierno de 1912 en gran parte de la España Mediterránea (1912)" Véase la nota 12.

↑ 3.- Catón, Marco Porcio (Mayor) "De agricultura". A este respecto recomiendo encarecidamente la consulta del libro con el estudio preliminar y las notas de Amelia Castresana. Tecnos, D.L. 2009. Es una auténtica experta que puede convertir un texto antiguo con vocabulario que ya no tiene sentido ni aún traducido para nosotros, y que Castresana transforma en útil y legible.

↑ 4.- Feijoo, Fray Benito J., Discurso 12, "Honra y provecho de la agricultura", en "Teatro Crítico Universal, VIII", que tomo de José Vicente Maroto Borrego, "Historia de la Agronomía. Una visión de la evolución histórica de las ciencias y técnicas agrarias.", Ediciones Mundi-prensa (1998) pág. 249. J.V. Maroto considera que Feijóo "vastísimo conocimiento del que hace gala en su prefacio, que viene a ser una verdadera historia de la Agricultura. Todo ello conjuntamente con la claridad que posee de los conceptos agrarios como el de la localidad, el manejo de las fuentes, etc."

Por otro lado, una vara, según el diccionario de la RAE es la "Medida de longitud que se usaba en distintas regiones de España con valores diferentes, que oscilaban entre 768 y 912 mm." Así pues, afirma que un par de bueyes pueden profundizar unos 40 o 45 cm en la tierra, frente a las mulas que no alcanzarían 25 o 30, según la región.

Más detalles sobre Fray B. J. Feijóo.

↑ 5.- La historia de los tractores se trata por extenso en Wikipedia en inglés y en menor medida en español.

↑ 6.- Estos párrafos son solo una parte de la completa ficha que realizó el maestro de Blesa, D. Luis Sanz. Lo puede leer completo en "Así nos vieron. Viajeros y estadistas en torno a Blesa (Teruel)" Diccionario Geográfico de España, 1960. Ediciones del Movimiento.

↑ 7.- José de Hidalgo Tablada (1814-1890)​ fue un militar, agrónomo, escritor y periodista español. Es excelente su biografía en la Real Academia de Historia.