Jueves, 12 de mayo de 1932
Heraldo de Aragón
a siguiente noticia es de una celebración que tuvo lugar durante la Segunda República. Como en regímenes anteriores a este, este homenaje no debió ser espontáneo, ni por iniciativa local, ya que es revelador el que en esa semana haya noticias de muchos pueblos donde se celebraba la fiesta de homenaje a la vejez, y realizándose en Blesa por primera vez. Pero veamos la noticia, antes de entrar en detalles, de este antecedente de la actual fiesta que se organiza a los jubilados.
Homenaje a los viejos.
Por vez primera se ha celebrado en esta localidad la fiesta de Homenaje a los viejos. Tuvo lugar el día cinco del actual, festividad de la Ascensión, y resultó solemnísima y simpática a todas luces.
A las cuatro de la tarde se congregó frente a la Casa Consistorial numeroso público y acudieron las niñas y niños de las escuelas nacionales, con sus respectivos profesores.
Los ancianos homenajeados, que fueron todos los de setenta y cinco años en adelante, el Ayuntamiento, el juez municipal, el Consejo local de Primera Enseñanza y el Patronato local de este homenaje, constituyeron la presidencia y dio principio el acto cantando niños y niñas el hermoso himno patriótico "España, Patria querida". Seguidamente, el señor cura párroco, don Melitón Beltrán, con la elocuencia que le es peculiar, explicó el alcance e importancia de esta fiesta, agradando sumamente al auditorio cuanto dijo referente a este particular.
El secretario del Ayuntamiento, don Evaristo Lou Artigas, en nombre del alcalde, hizo el ofrecimiento del homenaje y recitó la bellísima poesía de Romaní de Céspedes "Lo que piensa un viejo".
Las niñas María Pradas, Josefa Sanz y María Cruz Lahoz y los niños Enrique Arnal, Antonio Serrano, Nicanor Ruiz y Tomás Sanz, dijeron admirablemente discursos y poesías alusivos al acto.
El maestro don Julián Calvo Marcuello pronunció un bellísimo discurso, que entusiasmó al público e hizo llorar de emoción a los viejecitos y a mucha gente joven.
Niños y niñas cantaron muy bien los cánticos escolares "El oficio", "La caridad" y "Lo blanco", recibiendo todos en general grandes ovaciones de la numerosa concurrencia.
A los ancianitos les fueron entregadas por los niños seis pesetas a cada uno, que fue lo que les correspondió de lo recaudado de la suscripción abierta a tal fin.
Este humilde corresponsal se complace en felicitar muy cordialmente a las autoridades
mencionadas y a cuantas personas han contribuido con su óbolo y colaboración
a dar realce y efectividad a este nuestro primer homenaje de amor a los viejecitos,
que aunque primero y sin la preparación debida, resultó brillantísimo.
Deseamos para años sucesivos que continúe celebrándose, cada
vez con mayor entusiasmo, esta fiesta de amor y de paz.
C.
Felisa Salas Sanz y su primo Tomás Sanz, uno de los niños que leyó en el homenaje.
Si hacemos caso al corresponsal, aquel jueves 5 de mayo debió ser un emotivo día para los blesinos. Lástima que entonces no se pudiesen rodar vídeos como los que ahora conservamos de nuestro homenaje a los maestros.
La pregunta que nos gustaría responder es, cuántos ancianos había en Blesa mayores de 75 años. Qué duda cabe que en las primeras décadas del siglo XX sería una edad respetable. Con ello también sabríamos cuanto recaudaron los blesinos para la suscripción del homenaje. Precisamente, unos años después de escribir estos comentarios hallamos un estupendo censo electoral de 1932 de la II República donde se comprueba que para ese año, habitaban en Blesa, un mayor de 90 años, 8 entre 80 y 89 y 17 entre 75 y 79, en total 26 personas (11 mujeres y 15 hombres). Así pues recauradaron 156 pesetas para repartir entre los ancianos aquellas seis pesetas.
Estos serían, aproximadamente:
apellidos | nombre | Edad (años cumplidos) |
Domicilio | Profesión, oficio u ocupación |
---|---|---|---|---|
Domingo Lou | Manuela | 90 | Baja 10 | sus labores |
Burillo Jarnés | Manuel | 88 | Medio 49 | pelaire |
Crespo Castro | José | 85 | Verde 10 | labrador |
Pérez Arnal | Baltasar | 84 | Horno 8 | jornalero |
Arnal Colás | Juana | 81 | Baja 33 | sus labores |
Mercadal Arnal | Vicente | 81 | Baja 33 | jornalero |
Allueva Mercadal | Pedro | 80 | Hilarza 4 | labrador |
Artigas Arnal | Pascual | 80 | Medio 71 | labrador |
Serrano Barberán | Dorotea | 80 | Verde 12 | sus labores |
Bartolo Burriel | Basilio | 79 | Medio 57 | labrador |
Gabañero Pastor | Felipa | 79 | Baja 20 | sus labores |
Lou Martín | José | 79 | Verde 33 | jornalero |
Allueva Mercadal | Baltasara | 78 | Mayor 36 | sus labores |
Allueva Rodrigo | María Elena | 78 | Medio 33 | sus labores |
Martín Mercadal | Domingo | 78 | Mayor 14 | jornalero |
Goez Gracia | Manuel | 77 | Hilarza 28 | jornalero |
Magallón Simón | Matías | 77 | Medio 72 | jubilado |
Serrano Barberán | Juan | 77 | Medio 51 | labrador |
Arnal Serrano | Francisca | 76 | Horno 4 | sus labores |
Artal Lerín | Isabel | 76 | Mayor 14 | sus labores |
Artigas Arnal | Justo | 76 | Castillo 11 | jornalero |
Carbó Mompel | Cristóbal | 76 | Mayor 29 | jornalero |
Domingo Plou | María | 76 | Castillo 63 | sus labores |
Bello Beltrán | Manuela | 75 | Verde 17 | sus labores |
Lomba Lou | Rafael | 75 | Baja 8 | labrador |
Lou Royo | María | 75 | Medio 37 | sus labores |
No me ha sido posible encontrar el libro con la poesía de Arturo Romaní Céspedes que leyó el secretario, en nombre del alcalde, (a pesar de encontrar libros suyos en varias bibliotecas zaragozanas o este libro de Arturo Romaní Biescas en Internet). Pero, ¿por qué esta sustitución de lector? ¿quizá el alcalde estaba ausente o es que no se atrevía a leer poesía?
Aunque pueda parecer que podríamos recuperar más detalles a través de aquellos siete niños mencionados en el artículo, que ahora entrarán en el rango de edad de los entonces homenajeados, tras el largo tiempo transcurrido varios han fallecido y los supervivientes no recuerdan aquella jornada con claridad ni algo especial. Otros ancianos blesinos que bien pudieron vivir aquel día con mayoría de edad no guardan un recuerdo de aquel día, por lo que podemos deducir que no fue una fiesta muy celebrada.
El blesino Tomás Sanz, uno de aquellos niños, recuerda, a pesar de los 70 años transcurridos, el comienzo de aquella poesía que su maestro D. Julián le inculcó para la ocasión, posiblemente la titulada LA CARIDAD (según el artículo), que decía:
Érase un hombre y su nombre
cual veis en silencio pasó,
pero lo importante del caso
no es el nombre sino el hombre.Cuentan de él que era inhumano,
tanto que, con cara impía,
viendo a un pobre le decía:
"Perdona por Dios hermano".Un día desde el balcón,
limosna a un pobre le arrojó.
Un vecino que lo ve, le dice: "¿No te sonroja?
La limosna no se arroja,
se besa y se da en la mano".
En los homenajes que organizaron otros pueblos también entregaron pequeñas pensiones a los ancianos. Lo entregado en Blesa, (al cambio cuatro céntimos y medio de euro) equivalía entonces a una buena propina. Y como curiosidad histórica para valorar la cuantía de la "pensión" sabed que desde el 1 de enero de ese año, la suscripción a Heraldo de Aragón por un mes costaba 2,5 ptas. o 7,5 al trimestre (un céntimo y medio de euro, y cuatro céntimos y medio de euro respectivamente).
Tras hablar nuestro informador con su hermana Josefa Sanz, una de las niñas mencionadas en el artículo, pudieron recordar otro de los versos con moraleja. No podemos identificar con seguridad estos versos con ninguno de los títulos que recoge el artículo, salvo quizás con "Lo que piensa un viejo", pero esta se supone que la leyó el secretario, y no los alumnos. En cualquier caso, con dicho poema damos este recuerdo de 1932 por concluido, agradeciendo su buena memoria a nuestros dos informantes.
Te lo aseguro Pascual,
ya no hay más que resignarse
Que el que pudiendo casarse
no se casa, hace muy mal.Ya ves que situación
la tuya, que desengaños
Llegar a los ochenta años,
achacoso y solterónUn hombre de tu fortuna,
sin más cariño que el de una
Ama de llaves gruñona.Y cuando enfermes de veras
Aquí a cuidarte vendrán,
tus sobrinos que estarán
deseando que te mueras.Que así estás muy bien, corriendo,
Es tu gusto y se acabó.
Pero de este asunto, yo, opino distintamente.Ese egoísmo es fatal.
Viva solito el que quiera.
Yo sin familia ¡me hubiera
muerto hace tiempos, Pascual!
Nota: este artículo apareció publicado también en "La Voz de Aragón" (diario gráfico independiente: Año VIII Número 2067), el mismo 12 de mayo de 1932. Es el mismo artículo, pero en La Voz de Aragón sí figura la firma: "Francisco Celma".